Murió defendiendo a la manada de otra manada rival que intentaba robarles las tierras de caza. Le mató la líder enemiga al obligarle a dejarse vencer para que no ejecutara a la entonces Lavanderpaw, quien se retorcía entre sus patas suplicando piedad.
Antes de morir, siendo herido de gravedad en el cuello, fue rescatado por Hawkclaw y Mapleshaded junto al resto de la manda a excepción de una de las patrullas de caza, dónde se incluía su Lugarteniente e hijo mayor Oakfrost. Sintiendo la necesidad de darles un líder con urgencia para no dejarlos desamparados hasta el regreso de su hijo, le dio el rango de Lugarteniente a Hawkclaw, quien era admirado por las hembras más jóvenes y los más veteranos creían que tenía mucho futuro por delante. Murió después de recitar las palabras correctas para que los espíritus de sus antepasados aceptaran al joven. Desde entonces le guía en sueños y corrientes de aire para indicarle por dónde llevar a la manada.
Se siente decepcionado de Oakfrost quien, pensando que aceptaría su decisión, se está llenando de odio y rabia que tarde o temprano traerá problemas al clan.